Durante los últimos años Holanda ha construido 600 puentes verdes para que los animales crucen seguros por sus autopistas.
Cada año son millones los animales que mueren atropellados en rutas y autopistas cuando intentan cruzarlas para desplazarse en búsqueda de alimento y agua.
Imaginaros el pánico que tiene que sentir un animal si quiere cruzar una autopista. Coches a toda velocidad, ruidos, vallas, en fin toda una aventura que en muchas ocasiones acaba en un final fatal. Solo basta con recordar el caso de España donde el 80% de las muertes de linces se producen por este motivo. Sin embargo lejos de quedarse algunos países han decidido ponerse manos a la obra e intentar facilitar la vida a estos compañeros de viaje.
Está claro que la fragmentación de hábitats es una de las peores amenazas para la biodiversidad. Los animales que se aventuran más allá de los cada día más aislados espacios naturales donde pueden sobrevivir corren grandes peligros, y uno de los más frecuentes es morir atropellados.
Es el caso de Holanda, que ha construido más de 600 puentes verdes por donde pasan a diario miles de animales. Por poner un ejemplo, sobre dos pasos elevados de la autopista A50 pasaron sólo en un año unos 5.000 ciervos y jabalíes.
Estos puentes disponen de una vegetación adaptada al entorno y con su diseño sirven de guía para los animales, evitando que crucen por lugares no habilitados como carreteras o vías férreas. Aunque la mayor parte de los que tienen gran tamaño están diseñados para grandes mamíferos, también hay pasos bajo las mismas destinados a animales más pequeños como anfibios y reptiles, incluso para invertebrados. Estas construcciones, permiten la conexión entre poblaciones de animales y la reducción del número de bajas entre los mismos registradas bajo las ruedas de automóviles o trenes.
Holanda avanza así como ejemplo de sostenibilidad y dando ejemplo de que existen soluciones viables para la convivencia entre el hombre y el entorno.