Hoy, 20 de febrero, se celebra el Día Mundial de la Justicia Social.
Esta celebración la estableció la Asamblea General de la UNESCO en 2007 con la finalidad de concienciar a la población sobre la importancia de garantizar la igualdad de oportunidades, luchar contra la discriminación y defender los derechos de todas las personas.
La justicia social pretende, sobre todo erradicar la pobreza, promover el empleo pleno y, garantizar la igualdad y acceso al bienestar social para todos. Este año, la celebración pone el foco en los derechos de los trabajadores, en especial atención a los empleos dignos y las oportunidades para los jóvenes. Por eso el lema de este año es: «Superar barreras y desbloquear oportunidades para la justicia social»
En Ágora Consultores coincidimos en la importancia de promover la igualdad de oportunidades. Además, consideramos que la justicia social es básica para el desarrollo de un mundo sostenible.
En motivo de este día nos gustaría aprovechar para contaros la historia de la activista pakistaní Malala Yousafzai.
Malala Yousafzai nació el 12 de julio de 1997 en Pakistán. En 2012, mientras estaba en el autobús escolar, fue víctima de un atentado a causa de haberse pronunciado a favor del derecho a la educación. Malala Yousafzai sobre todo es conocida por su activismo a favor de la educación de las niñas y es la persona más joven en haber recibido el Premio Nobel de la Paz. Su frase más famosa es: «Un niño, un profesor, un libro y una pluma pueden cambiar el mundo».
Si queréis conocer más sobre su vida, os recomendamos la lectura de sus libros: «Yo soy Malala» (2017) y «Malala, mi historia» (2019).
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